Paola Zuban, directiva de Asacop y directora de la consultora Gustavo Córdoba & Asociados, encabezó la conferencia La consultoría política como profesión, organizada por la Secretaría de Extensión y Relaciones Institucionales y la Asociación Argentina de Consultores Políticos. La actividad estuvo enmarcada en el ciclo de conferencias Estrategias en campañas electorales: impacto, profesionalización y nuevas tendencias.
En primera instancia, la especialista destacó la relevancia de la profesión: «Es fundamental que la universidad le brinde a los alumnos y egresados herramientas para ejercer la consultoría política. No es habitual que las universidades consideren nuestra disciplina».
No fue fácil, admitió la politóloga, formarse como profesional, ya que la universidad brindaba teoría valiosa y necesaria, pero no les otorgaba herramientas para ser consultores: «Nos preparaban para investigar y escribir sobre procesos electorales».
Actualmente, el trabajo del consultor político se centra en «interpretar a la sociedad y ayudar al político a lograr una mayoría, a conseguir un consenso en torno a la campaña electoral. Necesitamos que sea mayor el consenso que el disenso para que ese consenso permita que la política se mueva».
No obstante, aclaró que «el consultor no debe ser pronosticador, es un científico que aporta una visión de la realidad para allanarle el camino al candidato».
Si bien no hay una receta única para ser consultor político «porque no hay un candidato igual al otro, una campaña igual a otra ni una gestión igual a otra», Zuban destacó un conjunto de herramientas esenciales con las que debe contar un profesional de este rubro.
- Distancia y autonomía del consultor respecto al candidato o funcionario, es decir que no haya un vínculo o relación entre ellos porque pierde perspectiva de lectura.
- Pensamiento estratégico para maximizar las fortalezas y disminuir las debilidades.
- Solvencia técnica, ya que el consultor debe ser un investigador que innove constantemente y su equipo debe ser multidisciplinar, incluyendo desde psicólogos hasta diseñadores gráficos.
- Saber valorar los recursos del candidato, ya sean humanos o económicos.
- Analizar, porque es la principal fortaleza del trabajo. Sin un buen análisis estropeamos todo.
Los avances tecnológicos provocaron cambios en todos los aspectos cotidianos, ya sean personales o laborales. Ante esto, Zuban argumentó: «Desde el surgimiento de internet, la forma de hacer política cambió considerablemente. Los tecnoptimistas afirman que internet vino a democratizar la conversación política. Los tecnopesimistas dicen todo lo contrario, que lo único que hace es ampliar la brecha de comunicación entre las personas».
En consecuencia, consideró que el dirigente político se siente interpelado por el auge de las redes sociales: «Hoy en día a los políticos le sacan una foto con el celular, la suben a las redes y este funcionario debe salir a dar explicaciones de por qué se encontraba realizando tal acción. Ahí es donde la comunicación se vuelve horizontal».
¿Influyen las encuestas?
A su juicio, dos elementos inciden en la agenda política: el clima de opinión y el clima de época. «Acá es donde los profesionales de la comunicación política pueden marcar la diferencia. El clima de opinión es el estado de opinión general, lo que se habla en la calle y en la agenda pública; eso se debe medir permanentemente. Mientras que el clima de época es el periodo de la historia en el que estamos inmersos, debemos tener esto en cuenta al momento de hacer un análisis».
Además de los condicionantes mencionados, la politóloga hizo énfasis en el rol de las encuestas. «Con las encuestas podemos hacer un diagnóstico, no un pronóstico. No tenemos la bola de cristal. La ansiedad de los políticos y los medios por obtener datos llevan a creer que van a ser los resultados finales. Hay que remarcar que los datos que arrojan las encuestas no influyen en la intención de voto. Está comprobado», concluyó.
Producción: Walter Vasquez