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Un estudiante de la FCPyS cuenta cómo es vivir en el epicentro del Coronavirus

Federico Ahumada es alumno de la carrera de Comunicación Social y en 2019 obtuvo una beca de intercambio que le permitió lograr uno de sus anhelos: transitar parte de su carrera en Corea del Sur. Desde allá, hoy nos cuenta sus vivencias en un contexto totalmente nuevo y las precauciones que debe tomar por el efecto de la epidemia.

18 de marzo de 2020, 10:00. Por: Cristian Alvarez.

imagen Un estudiante de la FCPyS cuenta cómo es vivir en el epicentro del Coronavirus

Federico Ahuamada tiene 22 años y cursa el 4º año de Comunicación Social en la UNCuyo.

Luego de ser beneficiado por el programa de intercambio movilidad estudiantil, Federico Ahumada (22), alumno de 4º año de la carrera de Comunicación Social de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (UNCuyo), viajó hasta Corea del Sur para vivir una desafiante experiencia que hoy se potencia aún más debido a la expansión del coronavirus

“Justo unos días antes de viajar se masificó la epidemia aún más. Decidí venirme igual porque es un cambio en mi vida y un reto personal y profesional. Los primeros días usaba hasta guantes, después sólo utilice barbijo y mucho alcohol en gel. La gente estaba más tranquila de lo que esperaba”, relata.

Sus objetivos en este viaje son claros: desea enriquecerse y aprender mucho culturalmente. Reconoce que es “un desafío enorme estar solo y manejarse en una ciudad tan distinta”, pero su misión es volver a la Argentina con otra perspectiva, enriquecida "de relaciones y estudios”.

El joven maipucino cuenta que “no hay caos pero tampoco hay una completa tranquilidad. La gente sólo sale de su casa para trabajar, evita los subtes. Hay menos gente en la calle, la mayoría de los chicos está en sus casas porque las clases están suspendidas. El caos mayor está en la ciudad de Daegú, a 300 km de Seúl, donde se encuentra el 90% de los casos confirmados de coronavirus”.

“Hasta el momento hay más de 5.000 infectados en Seúl. El número de contagio se elevó cuando una mujer de una secta religiosa no quiso realizarse el test y se fue a la ciudad de Daegu. Allí participó de varios eventos religiosos provocando el contagio masivo de muchísimas personas de esa secta, en la que participan más de 200.000 personas. Como consecuencia, el gobierno coreano comenzó con un operativo en esa ciudad, examinando por día a más de 20 mil personas”, relata Fede.

El mendocino utiliza a diario sus redes sociales para informar y compartir detalles de su estadía en la Corea sureña. Su principal objetivo es trasmitir tranquilidad porque considera que “no hay que manejarlo con caos. Hay enfermedades peores, como la diabetes. Este virus no es tan fatal, hay que llevarlo con calma y respeto. Los medios están desinformando y sembrando pánico. Hay más femicidios y  no se están preocupando tanto como lo hacen con el coronavirus”.

Si bien los métodos de prevención son fundamentales, reconoce que sólo aplica los más importantes, tales como usar barbijos, alcohol en gel, lavarse las manos continuamente, desinfectar la ropa, el celular y tratar de evitar el trato con la gente, aunque esto último se vuelve un poco “engorroso”, ya que es casi imposible evitar la cercanía con el resto de la población.

Otra de las incógnitas es la relación que el comunicador tiene con el idioma: “Cuando se me complica trato de manejarme con internet o señas. Sobre todo con la gente mayor. Caso contrario utilizo el inglés, aunque la mayoría de los que manejan esta lengua son los jóvenes”.

“Hasta ahora soy como un turista, voy a visitar lugares. Los primeros días me costó bastante acostumbrarme a los horarios, aunque ya estoy más adaptado. Pronto iré a la universidad y cambiare mi rutina. Estoy en una ciudad desconocida y siempre hay algo nuevo por descubrir”, se entusiasma.

Ahumada dedica un minuto a contarnos sobre las curiosidades que hasta el momento llamaron su atención en la cultura coreana: “Algunas perlitas que me generaron curiosidad, hasta hoy, son: entrar a la casa sin zapatillas para mantener la limpieza, algo que me encanta y respeto. Estoy en condiciones de afirmar que no son tan amables, no hay una cultura del permiso, del saludo. La comida es muy extrema, desde los picantes hasta lo dulce. El ingreso a los casinos me generó ciedrta intromisión, ya que sólo está permitido para los extranjeros y no a los coreanos”.

La experiencia de Federico por la ciudad de Seúl recién comienza y aunque el contexto no es propicio, decidió ir en busca uno de sus anhelos. Aunque admite que extraña la cultura Argentina en toda su amplitud, hoy por hoy concentra su energía en aprender y seguir creciendo en todos los aspectos.

 

 

 

 

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