Se conmemora el 21 de septiembre y si bien coincide con el día de la primavera, la verdadera razón de la elección de esa fecha es que ese día llegaron a Buenos Aires los restos repatriados del prócer Domingo Faustino Sarmiento (había muerto el 11 de Septiembre), quien durante su presidencia fue responsable de la construcción numerosas escuelas, se destacó por su laboriosa lucha en la educación pública y contribuyó al progreso científico y cultural del país.
Los 21 de septiembre estudiantiles, de los primeros tiempos, se limitaron a actos universitarios; en los mismos los oradores exaltaban el empeño del alumnado. Otra de las costumbres que quedaron en todo el país consistía en que los y las jóvenes llevaran una ofrenda floral al monumento de Sarmiento.
Años después, en enero de 1908, el Primer Congreso de Estudiantes Sudamericanos/as reunido en Montevideo estableció esa fecha para celebrar su día. El 21 de septiembre de 1908, los y las estudiantes de Uruguay tomaron la iniciativa e invitaron a sus pares de Brasil a su país para agasajarlos. Esto hizo que las celebraciones en nuestra tierra tomaran otro camino. Estudiantes de la ciudad de La Plata invitaban a estudiantes porteños/as, a un paseo por el bosque. Otros salían a dar una vuelta por el delta del Tigre. Cada año se organizaban concursos de afiches en donde se reflejaba el sacrificio del estudiante. En varios puntos del país surgieron las comparsas estudiantiles.
Los festejos arrancaban el 20 de septiembre y culminaban al día siguiente. De esta manera, las celebraciones fueron multiplicándose, con tono festivo y ánimo de esparcimiento.
Pronto se sumaron las excursiones a espacios verdes, donde los varones llevaban una pelota y armaban un picadito. Pero, sobre todo, la confraternidad estudiantil se ponía de manifiesto en esos días.
En los años 50 y 60, se estableció la costumbre de celebrar el Día de la Primavera en las principales ciudades del país. En Buenos Aires, la avenida Santa Fe se convertía en peatonal, las vidrieras de los negocios se adornaban, grandes y chicos repartían flores y cantaban. Los estudiantes de todos los niveles se sumaban a estos festejos.
Actualmente los directivos de los establecimientos educativos se encargan de organizar diversas actividades para agasajar a los chicos. Y el 21 de Septiembre los alumnos no asisten a la escuela ya que se considera asueto por el día del estudiante.
Las celebraciones llevan más de cien años. Persisten, tal vez con otro tipo de actividades que las originales. Pero mantienen el espíritu alegre y jovial que tuvieron los precursores.