Nos toca vivir una época desafiante, plena de incertidumbres, angustias, pero también de creatividad, innovación y trabajo. La pandemia no ha detenido a la sociedad, sino que le ha transformado sus proyectos y su vida cotidiana. La universidad no ha estado exenta de este impacto.
Cuando en marzo de 2020 se tomaron las primeras medidas de prevención de los contagios, todas y cada una de nuestras Facultades e Institutos planificó inmediatamente la continuidad de su trabajo priorizando el dictado de las clases, para luego también retomar las tareas de investigación, vinculación y extensión, bajo la nueva realidad que impuso la pandemia. No faltó en esas prácticas el desarrollo de voluntariado en distintas áreas.
En este marco surgieron nuevos proyectos e iniciativas involucrándonos en la prioridad de generar respuestas desde nuestras incumbencias a diversas dimensiones que la pandemia instaló. Múltiples acciones y articulaciones con las políticas públicas y el territorio se vienen sosteniendo a lo largo y a lo ancho del país.
Con los recursos que cada institución contaba, se desplegaron las iniciativas pedagógicas para adaptar el dictado de clases a la modalidad virtual: cursado de materias, parciales, finales, recuperatorios, montar inscripciones a materias en formato virtual, recepción de nuevos estudiantes, graduaciones, confección y entrega de diplomas, posgrados, validar equivalencias, presentar proyectos de investigación, capacitaciones a organizaciones sociales y a oficinas gubernamentales, clases de apoyo a estudiantes, intercambios estudiantiles y docentes virtuales, presentaciones de libros, mesas de debates, encuentros federales de universidades, concursos docentes, y este mismo XXXV Plenario del Consejo de Facultades de Ciencias Sociales y Humanas de la Argentina (CODESOC) con la presencia de decanas y decanos de más de 50 universidades.
Escuchamos algunas voces que sostienen que la universidad se detuvo. Nada más ajeno a la realidad. Acá estamos, trabajando, construyendo y defendiendo la universidad pública de los que pretenden desprestigiarla. Y esperando que la vacunación siga avanzando para que pronto se llenen las aulas de nuestras sedes para continuar con lo que estamos haciendo, porque sin universidad no hay futuro.