Yamel Ases, coordinadora de Asuntos Estudiantiles de la Secretaria de Bienestar de la UNCuyo detalló que a comienzos del 2015 se realizó una encuesta a 1500 personas en toda la Universidad, y alrededor de 27% dijo haber sufrido o conocer casos de violencia, discriminación o acoso. “Lo que se busca es dar el paso histórico, que la gestión se haga cargo de los problemas que existen y buscar la manera de corregirlos” enfatizó Yamel Ases.
También explicó que la defensoría es una nueva herramienta que tiene el estudiante. Trabaja la relación docente-estudiante,además de la gestión administrativa y estudiante. Justamente vela por el cumplimiento de los derechos del estudiantado y en el caso de ser vulnerados,interviene.
La coordinadora expresó que - desde la defensoría- “se busca corregir estas prácticas que puede sufrir el estudiante. Tiene un espíritu correctivo y no coercitivo. La idea es poder quitar los obstáculos que tiene el estudiante a lo largo de su carrera. Nosotros –por la Defensoría- no somos jueces, no castigamos. Buscamos mejorar la calidad de vida del estudiante y por qué no del docente”. Destacó que cuentan con un protocolo donde los casos tienen la posibilidad de ser resueltos en las unidades académicas, pero con un plazo de 20 días. “Entendemos que son problemas de la unidad académica que se debe buscar la solución dentro de la Facultad. Ya cuando sobrepasa, cuando es una situación muy grave, y no hay respuesta durante estos 20 días, pasa a Defensoría Universitaria”.
Además aclaró que “en la FCPyS, ya está funcionando la defensoría, gracias a la Secretaría de Relaciones Estudiantiles que gestiona Mariana Azcárate. Sé que funciona muy bien. El estudiante tiene al fin un lugar donde poder recurrir y se le da respuesta. Realmente creo que se le está mejorando la calidad de vida a los estudiantes de la FCPyS, que lo necesitaban”.
Por su parte la secretaria de Relaciones Estudiantiles, Mariana Azcárate expresó que “fue todo un desafío ya que fuimos pioneros en su implementación”. Tuvimos un marco complicado, porque no teníamos personal. Luego pudimos normalizar cuando logramos que una estudiante de la facultad de Abogacía viniera como becaria. Eso nos organizó mucho en el trabajo de la defensoría.
Además resaltó que “existen muchos asuntos que deben ser atendidos con urgencia. Un ejemplo de esto, es el tema de las licencias estudiantiles que estaba normado, había una ordenanza, pero no se aplicaba. Esto estaría dentro de la defensoría. Somos los únicos que hemos podido aplicar las licencias estudiantiles. Hay un montón de casos en los cuales se intervino. Se pudo superar obstáculos y eso es muy importante, porque complicaban al estudiante en su cursado y en su carrera en general”.
También se refirió a sus expectativas que tienen que ver con que se establezca como un espacio real de derechos estudiantiles. “Que no dependa de quién esté, sino que sea algo formalmente establecido. Es una forma de democratizar ciertos espacios. Lo que veíamos cuando se presentó este proyecto de derechos estudiantiles y defensoría, es lo vulnerable que estaba dentro de la Universidad el claustro estudiantil. La idea es que sea una conquista y que trascienda”.
Agregó que desde la secretaría se ha logrado tener un aval de la facultad, de los estudiantes y hasta de los propios docentes. Que en un primer momento nos miraban con cierto temor. Lo que pretendemos es que la Facultad y la Universidad funcionen de la mejor manera posible. Que egresen los mejores profesionales.