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La solidaridad también tiene su espacio en la FCPYS

Un gran número de estudiantes y egresados/as de nuestra facultad integran la Pastoral Universitaria de Mendoza, un movimiento solidario que ayuda a los carenciados. En esta nota, las actividades que realizan y sus experiencias narradas en primera persona.

02 de noviembre de 2020, 10:03. Por: Silvio Maffioli.

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En los tiempos que corren y frente la crisis que nos toca vivir existen muchas comunidades que se ven afectadas y la solidaridad, sin duda, cumple un rol fundamental en este contexto. La pandemia que estamos transitando trae aparejados grandes desafíos, nos obliga a ser más pacientes, tolerantes y, por qué no, a detenernos mirando a un costado para ver cómo ayudar.

La solidaridad empieza por uno y este aspecto está muy presente en muchos de los y las estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo.

Un gran número de estudiantes y ex estudiantes de esta casa de estudios forma parte de la Pastoral Universitaria de Mendoza (PUM), un espacio para jóvenes universitarios de todas las carreras de la provincia que persigue fines solidarios y de ayuda para aquellas comunidades que más lo necesitan a través de la colecta de alimentos, ropa, construcciones y elementos de acuerdo a las necesidades que tengan. Uno de los grandes planes en este sentido es el “Manos a la obra” que se realiza cada fin de año, un proyecto solidario que se propone mejorar la calidad de vida de las personas. 

Por medio de esta iniciativa, varios espíritus solidarios de la FCPYS, entre estudiantes y egresados/as, colaboran con sus conocimientos ofreciendo todo tipo de actividades para ayudar a varias familias carenciadas. Tales son los casos de Agustín Zamora, Agustina Cruciani y Fran Menichetti, entre muchos otros y otras que aportan su granito de arena. Y no sólo en lo que consiguen en colectas, rifas y donaciones, sino  también en lo que aportan con conocimientos aprendidos en sus respectivas carreras, motivo suficiente por la cual sentirse orgullosos.

“Este es un proyecto solidario que lo que busca es vincular los saberes que adquirimos en la Universidad y ponerlo al servicio de alguna zona con problemáticas puntuales”, dice Agustina, estudiante de Comunicación Social, y miembro desde 2014. 

“Desde nuestro rol en la Comunicación y lo Social, lo que hacemos es ayudar a comunidades vulnerables. Este año y el que viene nos hemos comprometido con el barrio la Estanzuela, Campo Pappa, Piedras Blancas y todo alrededores que realmente necesitan un montón de cosas”, explica Agustin, estudiante de la carrera de Comunicación Social, miembro de la Pastoral desde hace 4 años y hoy coordinador de esta área.

Juntos en pandemia

Para detectar las necesidades primordiales de la comunidad llevan adelante investigaciones, entrevistas, encuestas y para afrontarlas se han implementado distintos proyectos entre los cuales se pueden mencionar: talleres, asesoría en redes sociales, creación de radios comunitarias, entre otras cosas.

En lo referido a este último, lo nos relata Agustín: "Entre los tantos proyectos realizados, uno de ellos fue vinculado al cáncer de mama. Esa vez, trabajando con la comunidad de San Carlos, se hizo una radio comunitaria y brindamos nuestro conocimiento en dicha cuestión sobre las prevenciones, cuidados,  dinámicas y juegos para niñes y adolescentes con la idea que les quede algún aprendizaje sobre la cuestión”.

Este año, por razones obvias, la pandemia ha dificultado el desarrollo de las actividades en las zonas mencionadas, por lo que se decidió continuar llevándolo adelante el año que viene, siempre y cuando la situación lo permita.

A pesar de las dificultades, el espíritu solidario de los y las estudiantes y egresados/as sigue intacto. “Ahora en pandemia, adaptándonos a la situación, pudimos encontrarnos desde la virtualidad para conocer a los nuevos estudiantes que se sumaron por primera vez, y para compartir momentos de debate acerca del servicio a la comunidad”, dice Fran, estudiante de Ciencia Política y Administración Pública, y participante de la PUM desde hace 2 años.

Ya pensando en el Manos a la obra del 2021, desde esta metodología, todo el equipo hace el esfuerzo para continuar con el proyecto y desde la virtualidad, continúan manteniéndose cerca de los barrios: “Aprovechamos para contactarnos con referentes de cada barrio para que nos cuenten cómo está la situación y tratamos de hacer una escucha activa”, apunta Agustín.

El covid no ha sido suficiente para frenar la labor de ellos que, en sus encuentros virtuales aprovechan también para no perder contacto entre sí, tal como dice Fran: “Todos los miércoles nos conectamos para vernos y saber cómo vamos pasando la cuarentena, hacer catarsis de la facu y divertirnos”.

Un espacio motivante

Este movimiento lleva 15 años en Mendoza y ya estuvo en Lavalle, Tunuyán, en el Este y por toda la provincia, y los y las estudiantes de la FCPYS se encuentran muy orgullosos con lo que logran en este proyecto. “Me encantó cómo se puede combinar lo que uno estudia con la realidad social. Me ayudó a encontrarle el sentido a la carrera. Si bien en la Facultad se aprende mucho, te dan herramientas teóricas y demás, llevar cosas a la práctica y rebuscárselas, es un gran aprendizaje”, expresa con alegría Agustina.

“Esta experiencia es totalmente motivante porque encontré un espacio que me permite ser universitario, ser estudiante aspirante a ser periodista y a su vez sirve como proyecto solidario”, se sincera Agustín.

“Siempre me gustó mucho la idea de compartir con estudiantes de diferentes carreras, que de lo que cada uno sabe o aprende en la facu lo pueda compartir y cada uno dar su visión en diferentes temas. Y que entre todos podamos armar diferentes proyectos que ayuden a una comunidad en concreto”, dice con orgullo Fran.

En Manos a la obra han llegado a ser 120 jóvenes, de todas las carreras, y encierra en sí mismo un gesto que permite un acercamiento solidario para detectar y solventar las necesidades de aquellos que más lo necesitan.

A pesar de que este año por la pandemia tuvieron que hacer todo virtualmente, aplicando técnicas propias de las carreras de la facultad con las cuales ayudan, todo es parte de un proyecto con un fuerte compromiso social el cual no merece pasar por alto.

 

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