El 19 de marzo integrantes del Codecoc (Consejo de Decanas y Decanos de Facultades de Ciencias Sociales y Humanas) fueron contactadas/os por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación (Mincyt) y el Conicet. El objetivo era contar en forma rápida con un panorama de las condiciones subjetivas y estructurales de los sectores más vulnerables en relación con el aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia del Covid-19.
Inmediatamente con colegas de diversas instituciones conformaron la Comisión de Ciencias Sociales de la Unidad Covid 19 para planificar qué hacer y cómo. Debía ser algo rápido, federal, sin contar con fondos y en un marco de total acatamiento de las medidas de aislamiento.
Allí comenzó una suerte de gesta de la comunidad de ciencias sociales y humanas del país a la que contribuyeron cada una de las mujeres y hombres que esta red científica enérgica y vital movilizó para saber qué sucedía y qué podía suceder en sus comunidades, parajes, pueblo, barrios y ciudades, en sus respectivas provincias.
Se creó un relevamiento en red por la cual referentes académicas/os con inserción en zonas y grupos vulnerables social y/o epidemiológicamente, realizaron una serie de preguntas a partir de un cuestionario y un instructivo elaborado por la Comisión para luego devolverla para su análisis.
Toda la comunidad de ciencias sociales y humanas de las universidades y centros de investigación del país se movilizó rápidamente. En apenas tres días se pudo contar con información de todo el país.
También se focalizaron en comunidades y grupos particularmente vulnerables y se contó, por ejemplo, con información de la situación de comunidades indígenas, población carcelaria, población de calle, vendedoras/es de la vía pública, pacientes crónicas/os, trabajadoras sexuales, población trans, población migrante, entre otros.
El Relevamiento fue el plexo convergente del trabajo de más de 800 colegas que en conjunto recopilaron información de más de 3.000 referentes sociales de todo el país. Al mismo tiempo se organizó una forma de volcar la información en forma estandarizada para analizarlo en los escasos días que se contaba hasta el sábado 26 de marzo.
Mientras un gran número de profesionales continuaba relevando información en todo el país, se armó una red de más de 30 becarias y becarios e investigadoras/es jóvenes de Conicet y docentes de universidades, quienes trabajaron sin descanso para procesar la información y volcarla en esquemas que ideamos para su posterior análisis.
Conscientes de la importancia del aspecto comunicacional de la crisis, se organizó un grupo de Medios y Comunicación que trabajó en esa misma semana sobre la comunicación presidencial sobre el Covid-19 y el modo en que la prensa digital presentaba el tema así como alertaba sobre el cuidado necesario de la privacidad de datos en estos nuevos tiempos.
Posteriormente, otro equipo realizó un estudio nacional específico cuanti-cualitativo con trabajadoras y trabajadores de salud.
El objetivo final era tener en una semana el Informe del Relevamiento para que el Mincyt pudiera elevarlo al Poder Ejecutivo, en particular al presidente Alberto Fernández y su gabinete, para que pudiera servir como insumo para las políticas públicas que debían atender la situación de los sectores más vulnerables y pensar la continuidad y modalidad de las medidas de prevención.
El Informe al que se puede acceder al final de esta nota quedó tal cual se presentó ese día dado que es un testimonio de una verdadera acción colectiva solidaria y profesional de la comunidad de ciencias sociales y humanas de la Argentina. Al tiempo que brinda una radiografía del país, refleja la potencia de toda la comunidad científica.