Tiene 28 años y cursa el 4º año de Trabajo Social. A pesar de su discapacidad visual, nunca dejó de luchar para integrarse, avanzar en sus estudios y cumplir todas sus metas. Hoy está en pareja, es la mamá adoptiva de una niña y juega en Las Valkirias, el primer equipo de fútbol femenino de mujeres ciegas en Mendoza. Como futura profesional asegura que trabajará en la promoción, asistencia y protección para la niñez y la adolescencia.