Con esta decisión, avalada por unanimidad en el Consejo Superior, la Uncuyo se suma a la red de universidades nacionales que ya han aprobado herramientas similares que contemplan situaciones y modalidades de violencia según las establecidas en la ley 26485, de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales. Según esta norma se entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Es importante destacar que esta definición alcanza también a personas lesbianas, gays, travestis, transexuales, transgénero, bisexuales, intersex y queers.
El Protocolo además pretende generar ámbitos de confianza, seguridad, asesoramiento especializado y acompañamiento integral, para la exposición de las situaciones por parte de quienes sufren violencias, discriminaciones y abusos de poder, a partir de su condición de sexo/género, sexualidad y si bien prevé sanciones, también garantiza medidas de reparación, no repetición y protección para la persona denunciante. Esto no es otra cosa que enfocar las intervenciones en violencia priorizando la protección integral de quienes la sufren. Las intervenciones se organizar a partir del respeto a la autonomía de las personas que consultan y son confidenciales. Este instrumento es de intervención en todos los ámbitos de la Uncuyo, pero no reemplaza la aplicación de las normativas específicas a las que se encuentra sujeta toda la sociedad, sino que complementa, dando un paso más en el acceso a la justicia, los derechos para quienes están en situaciones de violencia patriarcal.
Este Protocolo, que comenzó su camino siendo implementado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, contempla una amplitud que alcanza a todos los espacios de la Universidad Nacional de Cuyo y a todas las personas que la integran.
Circuito de las denuncias recibidas.
Desde el año 2015, las Consejerías en Situaciones de Violencia Patriarcal, Sexualidades e Identidades de Género de la Secretaría de Bienestar constituye un espacio en el que se hace acompañamiento integral en situaciones de violencia sexista, lo que incluye el asesoramiento en materia de derechos humanos de las mujeres y personas LGTTBI abierto a toda la comunidad universitaria.
En el marco de aplicación del protocolo, estas Consejerías será el espacio en donde se realicen las denuncias, previéndose que las mismas serán tomadas por personas formadas en perspectiva de género y derechos humanos. Si las denuncias son receptadas por otro organismo de la UNCuyo, deberán ser remitidas necesariamente al espacio de Consejerías para garantizar el acompañamiento integral a los y las denunciantes y la elaboración de un dictamen no vinculante desde el espacio. Las consejerías no sólo intervienen por otro lado cuando se decide impulsar la denuncia, sino también como espacio de consulta, asesoramiento y acompañamiento.
Ahora queda un largo camino en la difusión, presentación en cada unidad académica y formación de personal de aplicación del protocolo en toda la UNCuyo.
Informes, contacto:
Espacio de Consejerías: Comedor Universitario SBU.
Correo electrónico: consejeria@uncu.edu.ar
Horarios: lunes y jueves de 9-13hs, martes y miércoles de 13 -19hs.
Área de Derechos Humanos de la FCPyS.
addhh.fcp.uncu@gmail.com
De lunes a viernes de tarde.
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