La base de la vida política es que la elección de los representantes sea un proceso trasparente y participativo. Un aspecto fundamental de la democracia es la apertura y, sobre todo, el empoderamiento del ciudadano. El rol del elector dentro del sistema democrático es el de participar, ya sea en las decisiones políticas, en la co-producción de bienes y servicios junto con el Estado, en el seguimiento del control y en la evaluación de la gestión pública, etc. El proceso electoral es uno de los ámbitos de actuación del ciudadano donde lo que decide es la calidad y la representatividad que van a tener aquellos que finalmente van a regir el destino del país.
Tal como reflexiona el Dr. Oscar Oslak: “en las últimas décadas las organizaciones civiles han pasado un protagonismo más fuerte en la sociedad. Creo que sería importante que el papel de las organizaciones sociales crezca y que desde el propio Estado se habiliten plataformas y mecanismos posibles que hagan posible que canalicen las demandas, las iniciativas y los intereses de los distintos sectores de la sociedad. Creo que esta filosofía del Estado Abierto está pensada sobre estos pilares, sobre estas bases y todo lo que se haga en esta dirección por supuesto que va a fortalecer la Democracia”.
El conocimiento de la cosa electoral y especialmente de la transparencia en materia electoral es básico para el crecimiento de los pueblos en lo que hace a lo político como se plantea desde hace tiempo.
Saber para elegir
La educación electoral es fundamental en el marco de la democracia para que no solo se eduque a los efectores, los actores políticos, sino también a al electorado. Si la ciudadanía conoce sus derechos, mejora las instituciones, y así es cuando crece la democracia.
Según el Secretario de la Junta Electoral de Mendoza, el Dr. Alfredo Puebla, “el organismo electoral debe dejar de cumplir la función que está cumpliendo hoy y asumir una nueva función. El organismo electoral que trabaja seis meses, siete meses cada dos años tiene por lo menos un año y medio para hacer educador. Desde la gobernancia electoral tenemos que preocuparnos no sólo en quiénes son los presidentes de las mesas, cómo se arman las urnas, sino que tenemos que salir un poco más hacia la comunidad y trasladar o hacer ver qué es lo que hacemos para que la gente entienda porqué lo hacemos y para qué lo hacemos. Cuando se plantea la transparencia electoral podemos abordarla desde distintos puntos vista: desde el elector (el beneficiario del proceso electoral), desde el actor político, desde los estudiosos y desde la gobernancia electoral que son los organismos”.
En ese sentido, los medios de comunicación también cumplen el rol de educadores. El periodista Jorge Fernández Rojas reflexiona críticamente acerca del tema: “hace diez años que tenemos P.A.S.O y la gente no tiene idea exactamente porqué vota, qué vota y solamente hay una explicación emotiva del voto en muchas situaciones. Esto es una frustración para la ciudadanía misma. Creo que eso nos está pasando que mucha gente cree que votar a un presidente o aun gobernador es la solución a todos nuestros problemas porque este sistema y esta cultura que tenemos muy presidencialista y no le damos valor a los otros poderes del Estado”.
Estamos frente a un gran desafío en este año electoral, donde se disputa no solo la Presidencia de la nación sino el modelo de país. Si la ciudadanía no participa y defiende sus derechos, el sistema partidista sigue reproduciendo mecanismos nocivos para la democracia. Las distintas herramientas que se van adquiriendo, como tener Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias, las cuales son superadoras si permiten presentarse a las diferentes expresiones de un partido; pero fallan en su implementación si esas candidaturas son arregladas de antemano.
La educación ciudadana, la participación popular y la elección de les candidates, es la base del sistema republicano y representativo. Se está trabajando cada vez más para lograr que exista una democracia más real. No es un trabajo fácil, pero si hay voluntad ciudadana es posible.