El Auditorio Luis Triviño tenía problemas estructurales ya que no contaba con una distancia óptima entre las butacas, por lo cual era complicado transitar, además del riesgo de seguridad que implicaba que estuviera entorpecido el paso ante alguna situación de emergencia. Para solucionar este problema se sacaron butacas hilera por medio, de esta manera hay más espacio y es más cómodo para los estudiantes; además se añadió una pizarra, sonido y se está por instalar un equipo multimedia para completar el equipamiento óptimo de este espacio.
Dentro del mismo bloque también hubo múltiples mejoras, una de las tareas que se realizó fue la colocación de cintas antideslizantes en las escaleras e instalación de matafuegos en todo el BACT1. Con respecto a la provisión de agua para los baños, se realizó un tablero trifásico que se encuentra ubicado en el subsuelo, y se aprovisionó al edificio dos bombas para que haya suministro de agua constante sin ningún inconveniente. Sin embargo las tareas no han terminado, también se encuentran en reparación los baños del tercer piso que se han visto afectados por problemas de filtraciones de los techos.
El propósito fundamental es resolver todos los inconvenientes para que los estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales lo comiencen a utilizar.
El auditorio fue bautizado con el nombre de Luis Triviño, quien fuera docente e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Triviño representó el ideal de intelectual comprometido con la academia, pero también con los problemas y padecimientos sociales. Fue un luchador que predicó con el ejemplo y con una cosmovisión que trascendió la barrera intelectual por su amplitud de criterios, su constante evocación de respeto y su fervor por una universidad comprometida.