Según menciona el documento, los baños separados físicamente no pueden entenderse más que como el producto de una separación histórica: la de hombres y mujeres. Esta diferenciación, llamada comúnmente “binarismo”, es la base de todas las injusticias que tienen que ver con las relaciones entre los géneros.
Este sistema binario y patriarcal excluye otras formas de existir y de vivir la sexualidad. Los baños binarios, en este caso, no contemplan la existencia de personas que se reconozcan como travestis, transexuales, queers, intersex, etcétera.
Las políticas públicas deben acompañar la legislación vigente, y la implementación de baños universales sólo puede entenderse en este sentido. Son las leyes de Matrimonio Igualitario (sancionada en el 2010), de Educación Sexual Integral (2006) y Ley de Identidad de Género (2012) las que sirven de base, amparan y justifican esta medida, de la que fuera pionera en el 2012 la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata.
¿Nos ayudás a que nuestra Facultad sea el primer edificio público en declarar baños sin distinción de género?
Bajo a esta consigna el Área de Derechos Humanos comenzó con la difusión de dicha noticia. Además instaló dos buzones en el primer piso del edificio donde la comunidad educativa podrá dejar consultas y sugerencias sobre la temática.
La Facultad convoca a la comunidad educativa en su conjunto a acompañar esta iniciativa y a construir una entidad educativa más democrática e igualitaria. La incorporación de esta medida podrá evaluarse a largo plazo, puesto que debe ponerse en perspectiva con un marco de transformación más amplio, que implica a toda la sociedad en los aspectos culturales y políticos.