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Las facultades de Arte y de Ciencias Políticas y Sociales inauguraron mural por la Memoria

La pintura de 8 por 22mts. homenajea a estudiantes desaparecido/as y asesinado/as en la última dictadura.

22 de octubre de 2015, 18:49.

imagen Las facultades de Arte y de Ciencias Políticas y Sociales inauguraron mural por la Memoria

La Universidad Nacional de Cuyo inauguró el mural “¡Presente!”, obra situada en la pared sur del Bloque de Aulas Comunes y Tecnológicas (BACT), en el Centro Universitario. De este modo, rinde homenaje a los y las estudiantes de las facultades de Artes y Diseño (FAD) y de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) desaparecidos/as y/o asesinados/as durante la última dictadura cívico-militar del país.

La actividad fue una iniciativa del Área de Derechos Humanos de la FCPyS y estuvo articulada por ambas unidades académicas. A la inauguración asistieron los artistas, autoridades de las facultades y familiares de los/as estudiantes desparecidos/as.

El mural, de 8 por 22 metros, tiene como objetivo profundizar el rescate de la memoria a través del arte y reivindicar y recordar a los/as estudiantes desaparecidos/as y asesinados/as en manos de la represión militar. Para pintarlo, cada uno de los estudiantes que participó investigó acerca de la historia de vida, lucha y militancia de las/os homenajeadas/os: Adriana Bonoldi, Ana Beatriz Corsino, Blanca Santamaría, Gladys Castro, Carlos Gregori, José Vila Bustos, Josefina Becerra, Leonor Mercuri, Marta Saroff y Miguel Pointeau.

Se trata de un homenaje de los estudiantes actuales a sus pares de la década del 70, como un modo de involucrarse a partir del arte con una dramática realidad que se vivió en el país, de la que no estuvo exenta la universidad. Renovar el compromiso por la memoria implica darle rostros, ponerles nombre, devolverles su identidad, y esta actividad se plantea como una tarea fundamental para la reconstrucción de nuestra historia.

"Este mural es un regalo, es como un pequeño regalo en esta milintancia continua. En este camino siempre nos van ocurriendo cosas hermosas, como la aparición de Claudia, la nieta 117. Así es la militancia, cuando llegamos a algo, se abre un nuevo camino", expresó Nino Bonoldi, familiar de Adriana Bonoldi.

La obra fue realizada por: Sergio Benegas, Martin Bisceglia, Carla Gómez, Ignacio Fernández, Marcos Macho, Valentina Palacios, Anabel Orán, José Pavez, Sebastián Sosa y Catalina Vergne Jatuff, quienes cursan las carreras de Licenciatura en Artes Plásticas y Profesorado en Artes Visuales. El trabajo se realizó entre junio y septiembre de este año, y fue supervisado por el profesor Eduardo González.

"Elegí pintar a Marta Saroff porque leí que ella trabajó como alfabetizadora en villas miseria y mi mamá también trabaja como alfabetizadora para adultos y jóvenes. Me impactó su mirada y su sonrisa, por era una de las pocas que sonreía en las fotos blanco y negro que nos dieron. La representé con colores fuertes y puros porque así es la energía que ella me transmitía. Hacer este mural fue un reto de trabajo en equipo y por la altura", contó Valentina Palacios, una de las artistas responsables del mural.

Por su parte, Eva Leroux hija de Saroff, "es muy grato que las facultades y los alumnos se hayan comprometido con la historia y con otros compañeros, ya que cuando mi mamá estudiaba en la facultad tenía la misma edad que hoy tienen los chicos que pintaron el mural. Es muy emocionante ver este mural, con las dimensiones que tiene y lo que implica: la memoria y la recuperación de la identidad".

Carla Gómez fue la artista encargada de representar a Adriana Bonoldi y afirmó: "elegí pintar a Adriana porque me gustó que fuera profesora de música. Mientras la pintaba conocí a algunos de sus familiares y eso para mí fue muy importante. La representé con varios colores porque así me la describieron; como una mujer que se vestía con muchos colores, colorada y siempre sonriente".

"Yo pinté a Beatriz Corsino. A medida que fui investigando, me gustó que ella tocaba el piano y era profesora de música. Me impactó que ella trataba de llevar la música a los lugares más necesitados y que no se quedaba sólo en la facultad y los medios académicos. Fue un reto porque es una de las imágenes que están más arriba y tuve que vencer el miedo para subirme. También fue muy emocionante poder conectarme con su familia; hablé con su hijo, quien me mandó fotos, poemas. Para mí fue un placer hacer esto", finalizó la artista Anabel Orán.

 

 

 

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