Estela Zalba se caracterizó por ser una gran gestora y trabajadora de la Universidad Nacional de Cuyo. En su paso como Secretaria académica, desde el 2002 y hasta 2011 durante la gestiones de María Victoria Gómez de Erice y Arturo Somoza, generó destacables avances en numerosos ámbitos.
Por 9 años, Graciela Gómez fue su secretaria personal. Al principio se desconocían por los obstáculos físicos ya que estaban separadas en oficinas distantes. Luego, con el paso del tiempo establecieron un vínculo cercano: “En los primeros años no nos conocíamos bien, además veníamos con otro tipo de relaciones con las autoridades, y a pesar de su carácter especial, siempre defendió y valoró mucho a los administrativos”, contó la ex-secretaria. Graciela lleva unos 30 años trabajando en la universidad y relató que jamás vió a nadie llevar los proyectos como lo hacía ella, y que tenía una “iluminación” excepcional como investigadora y como gestora institucional. Por trabajar juntas se convirtieron en muy cercanas, y recordó: “siempre me decía que el estudio era lo primero, por eso me apoyó mucho e incentivó en mi capacitación para hacer primero la tecnicatura y luego la licenciatura en gestión administrativa de los no docentes en la FCPyS, en la cual ella fue mi profesora y directora de tesis”. “Siempre me valoró mucho como persona, es por eso que le decía que era mi licenciada y que era una capa porque con ella crecí mucho”, rememora.
En 2008, Estela propuso la creación del Instituto de Estudios de Género y Estudios de las Mujeres (IDEGEM) a partir de una idea en conjunto con su colega, la profesora Alejandra Ciriza de la FCPyS, quien actualmente es Directora del instituto. “Estela dijo que ésta era mi oportunidad de poner en marcha el proyecto y concretar mi sueño”. Al respecto resaltó: “ella era una feminista práctica, que contribuyó a que la universidad tenga un instituto de género, y que ayudó con muchísimo compromiso a la normalización de éste”. Emocionada, Alejandra la recuerda como una mujer con enorme dedicación por la docencia y académica de excelencia. “Era una persona fantástica, una verdadera cabeza institucional y universalista. Alguien que pensaba para la Universidad y no para beneficiar sus intereses personales”, recuerda.
Asimismo, Ciriza destacó: “Nos dejó un gran legado. Estela tenía una serie de habilidades que no son comunes en una sola persona. Su capacidad de gestión era fantástica, era disciplinada, inteligente, creativa y enormemente generosa; una persona a la que ésta universidad le debe mucho”. Además agregó que “en su paso por la universidad dejó una marca indeleble, fue “LA” Secretaria Académica de la universidad”.
Durante los últimos dos años, agregó a sus obligaciones académicas la dirección del Centro de Investigaciones Científicas (CIC) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Andrea Blazsek, es coordinadora del equipo del CIC y llevaba a cabo actividades junto a la profesora Zalba, directora del Centro desde 2014. “Desde el CIC vivimos una experiencia muy gratificante y enriquecedora, porque Estela era una mujer multifacética y tenía muy en claro el rol de la investigación en la universidad. Aprendí muchísimas cosas con ella e hicimos una excelente dupla”, asegura.
Como una férrea defensora de la universidad, tenía un compromiso y dedicación muy grande por la institución, la gestión y su trabajo. Al respecto, Blazsek relata: “Su alma estaba en la universidad, tenía un conocimiento magnífico de la misma, todas las actividades las hacía con mucho esfuerzo, ganas y una energía impresionante. Fue una persona muy importante porque significó fortalecimiento, apertura e innovación”. Por esa razón, en homenaje bautizarán con su nombre al Centro de Investigaciones.
Como docente, Estela tenía una gran convicción y un compromiso muy fuerte con la educación. Roque Monassa fue estudiante, ayudante alumno, miembro del equipo de trabajo de la Secretaría Académica e integrante del grupo de investigación que estaba bajo la dirección de Zalba. “En segundo año quería dejar la facultad y no volver nunca más, no me encontraba en la carrera de comunicación, pero cuando empecé a cursar semiótica, me dí cuenta de la profesora que tenía frente a mí”, recordó Roque, quien luego de conocer a la profesora Zalba decidió continuar estudiando Comunicación Social.
Por otro lado, expresó “ella era una persona muy generosa, una persona que daba todo lo que tenía a su alcance para que los demás lograran crecer; desde cursos, ser parte de un equipo de investigación o dar la posibilidad de poder trabajar con ella. La voy a recordar siempre con el mejor de los sentimientos, como la persona que me rescató en la facultad para que no la abandonara. Fue durante mucho tiempo mi gurú profesional. Su Ausencia hoy para mi, con todos sus recuerdos, se hacen todo el tiempo presencia y quiero que permanezca siempre”, añadió su ex-alumno.
La huella de Estela Zalba quedará grabada en la Universidad Nacional de Cuyo, y en particular en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, gracias a su brillante trayectoria, su compromiso académico, su personalidad honesta y frontal, y el rigor con el cual se dedicó a la investigación, la promoción y la defensa de la educación pública y las ciencias sociales.