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Discurso acto colación

Paulina Serú

Buenas tardes a todas, todes y todos: felicitaciones por estar acá. Porque si están acá seguramente es porque han finalizado una etapa, un proceso, un camino elegido y construido durante años. O porque están acompañando a alguien que quieren mucho en un momento muy especial. O porque son parte de la casa que hizo posible estos recorridos. De la manera que sea, felicitaciones y felicidades.

A la universidad llegamos como estudiantes llenas y llenos de expectativas y proyectos, en búsqueda, llegamos con nuestras historias de vida, con nuestros cuerpos generizados y racializados, con nuestras dificultades y también con nuestras ganas de superarlas, llegamos y nos encontramos, y conformamos comunidades que nos alojaron, convivimos y crecimos, estoy segura que de una u otra manera nuestros proyectos educativos fueron parte central de nuestros proyectos de vida, nos impulsaron a sostenernos, a crecer y afirmarnos, a tomar decisiones que hicieron un camino mejor. La universidad nos dejó una huella, la universidad nos transformó. No quisiera construir un discurso idealizado de la educación, pero sí creo que la educación es eso, es transformación.Y la educación pública es la apuesta por el derecho universal a la transformación, al aprendizaje.

Aprender es guardar en la memoria, es hacer de un encuentro –con un texto, una persona, unacircunstancia- una experiencia de vida que incorporamos para el futuro. Aprender es abrazar una huella, es habilitarnos a la interpelación. El paso por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales sin duda ha sido un camino lleno de aprendizajes y transformaciones. Sé que acá todos y todas tenemos el recuerdo de ese momento en el que aprendimos de qué iban las ciencias sociales. Les pido que cierren los ojos. Les invito a recordar, esa profe o ese profe que fue pura inspiración, ese momento de una clase donde te brillaron los ojos, esa discusión eterna con un compa de estudio que te dejó un argumento sólido, esa charla en ese congreso que te voló la cabeza, ese afiche que pintaste llena/o de convicción. Macuca, Alejandra, Andrea, Paola, la Pato, Fernanda, Carmelo, Claudia, Roberto, María Eugenia, Graciela, Agustina, Estela, Patricia, Gabriel, Valeria, Jaime, Albina, Javier, Maxi, Julieta y tantos más, pongan el nombre que ustedes recuerden, son profesores y profesoras de lujo, artífices de una huella.

Acá aprendimos a forjar una mirada del mundo, a construirnos una profesión, aprendimos a interpelar nuestras prácticas y sentidos, aprendimos que lo personal es social y es político, aprendimos a preguntarlotodo, y aprendimos a construir, con teoría y metodología, respuestas que nos permitieron explicar aquello que se nos presentaba como evidente, como natural y como inmutable. Sin duda aprendimos la sensibilidad social y el pensamiento crítico, la pasión por comprometernos con las causas nobles, de la justicia social, de la igualdad, de los derechos humanos, de la utopía como horizonte, la imaginación sociológica como posibilidad, aprendimos del pesimismo de la razón, pero el optimismo de la voluntad… A mí la facultad medejó amigas eternas, amores y banderas. Experiencias de las cuales estaré siempre agradecida.

Quisiera agradecer a nuestras familias, las de crianza y las elegidas, las ampliadas, por el esfuerzo y el acompañamiento durante todos estos largos años. Sin duda en la facultad también las encontramos familias, que acompañaron, con el empujoncito al final de la carrera, con las becas, los plazos que se ampliaron, las ayudas de mil formas que lo hicieron posible.

No quiero dejar de traer aquí a quienes no pudieron continuar este camino, compañeros y compañeras que perdimos durante los años, por trabajo, por distancia, por dinero, por maternidades, por obstáculos dentro y fuera de la universidad.

Como egresadas, egresades y egresados, profesionales hijxs de la universidad pública tendremos la responsabilidad de comprometernos con la defensa de una educación inclusiva y sensible, que traspase las paredes del campus para estar a la par, abierta en diálogo de saberes con los sectores populares. Porque la educación pública es un valor invaluable y en disputa, un significante vivo, que es necesario seguir construyendo y defendiendo. Defenderla del vaciamiento de contenido, de la precarización presupuestaria y laboral, pero también defenderla de los dogmatismos que dan vuelta la cara a los tiempos que corren, al empuje de los movimientos sociales, a las necesidades de las propias comunidades educativas, a la deuda con las poblaciones a quienes la UNCuyo les sigue quedando muy lejos.

De aquí nos graduamos con nuestros títulos en mano, pero también con el mandato de mantener vivas las Ciencias Sociales. Es momento ahora de devolver a la sociedad la posibilidad de haber aprendido en una universidad pública nacional, devolverla con profesionalismo, compromiso y praxis, con vigilancia epistemológica del trabajo que realicemos, con construcción de conocimiento científico y crítico que contribuya a las necesidades de nuestra sociedad. Nos deseo la mejor de las suertes, que los desafíos del mercado laboral no nos convenzan del individualismo y las mezquindades. Nos deseo convicciones, proyectos y valentía. Pero sobre todo, nos deseo trabajos dignos, la posibilidad de crecer profesionalmente, de alimentar la curiosidad y el deseo de seguir aprendiendo. Muy buenas tardes y muchas gracias.

 

Paulina Serú, Licenciada en Sociología y mejor egresada 2021-2022

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